26/10/09

La Argentina Insolente

(http://santarelli.artelista.com/)


En mi casa me enseñaron bien. Cuando yo era un niño, en mi casa me enseñaron a honrar dos reglas sagradas:
Regla N° 1: En esta casa las reglas no se discuten.
Regla N° 2: En esta casa se debe respetar a papá y mamá.
Y esta regla se cumplía en ese estricto orden. Una exigencia de mamá, que nadie discutía... Ni siquiera papá. Astuta la vieja, porque así nos mantenía A raya con la simple amenaza: “Ya van a ver cuando llegue papá”. Porque las mamás estaban en su casa. Porque todos los papás salían a trabajar... Porque había trabajo para todos los papás, y todos los papás volvían a su casa.
No había que pagar rescate o ir a retirarlos a la morgue. El respeto por la Autoridad de papá (desde luego, otorgada y sostenida graciosamente por mi mamá) era razón suficiente para cumplir las reglas.
Usted probablemente dirá que ya desde chiquito yo era un sometido, un cobarde conformista o, si prefiere, un pequeño fascista, pero acépteme esto: era muy aliviado saber que uno tenía reglas que respetar. Las reglas me contenían, me ordenaban y me protegían. Me contenían al darme un horizonte para que mi mirada no se perdiera en la nada, me protegían porque podía apoyarme en ellas dado que eran sólidas.. Y me ordenaban porque es bueno saber a qué atenerse. De lo contrario, uno tiene la sensación de abismo, abandono y ausencia.
Las reglas a cumplir eran fáciles, claras, memorables y tan reales y consistentes como eran “lavarse las manos antes de sentarse a la mesa” o “escuchar cuando los mayores hablan”.
Había otro detalle, las mismas personas que me imponían las reglas eran las mismas que las cumplían a rajatabla y se encargaban de que todos los de la casa las cumplieran. No había diferencias. Éramos todos iguales ante la Sagrada Ley Casera.
Sin embargo, y no lo dude, muchas veces desafié “las reglas” mediante el sano y excitante proceso de la“travesura” que me permitía acercarme al borde del universo familiar y conocer exactamente los límites. Siempre era descubierto, denunciado y castigado apropiadamente.
La travesura y el castigo pertenecían a un mismo sabio proceso que me permitía mantener intacta mi salud mental. No había culpables sin castigo y no había castigo sin culpables. No me diga, uno así vive en un mundo predecible.
El castigo era una salida terapéutica y elegante para todos, pues alejaba el rencor y trasquilaba a los privilegios. Por lo tanto las travesuras no eran acumulativas. Tampoco existía el dos por uno. A tal travesura tal castigo. Nunca me amenazaron con algo que no estuvieran dispuestos y preparados a cumplir.
Así fue en mi casa. Y así se suponía que era más allá de la esquina de mi casa. Pero no. Me enseñaron bien, pero estaba todo mal. Lenta y dolorosamente comprobé que más allá de la esquina de mi casa había “travesuras” sin “castigo”, y una enorme cantidad de “reglas” que no se cumplían, porque el que las cumple es simplemente un estúpido (o un boludo, si me lo permite).
El mundo al cual me arrojaron sin anestesia estaba patas para arriba. Conocí algo que, desde mi ingenuidad adulta (sí, aún sigo siendo un ingenuo), nunca pude digerir, pero siempre me lo tengo que comer: "la impunidad". ¿Quiere saber una cosa? En mi casa no había impunidad. En mi casa había justicia, justicia simple, clara, e inmediata. Pero también había piedad.
Le explicaré: Justicia, porque “el que las hace las paga”. Piedad, porque uno cumplía la condena estipulada y era dispensado, y su dignidad quedaba intacta y en pie. Al rincón, por tanto tiempo, y listo... Y ni un minuto más, y ni un minuto menos. Por otra parte, uno tenía la convicción de que sería atrapado tarde o temprano, así que había que pensar muy bien antes de sacar los pies del plato.
Las reglas eran claras. Los castigos eran claros. Así fue en mi casa. Y así creí que sería en la vida. Pero me equivoqué. Hoy debo reconocer que en mi casa de la infancia había algo que hacía la diferencia, y hacía que todo funcionara. En mi casa había una “Tercera Regla” no escrita y, como todas las reglas no escritas, tenía la fuerza de un precepto sagrado. Esta fue la regla de oro que presidía el comportamiento de mi casa:
Regla N° 3: No sea insolente. Si rompió la regla, acéptelo, hágase responsable, y haga lo que necesita serhecho para poner las cosas en su lugar.
Ésta es la regla que fue demolida en la sociedad en la que vivo. Eso es lo que nos arruinó. LA INSOLENCIA. Usted puede romper una regla -es su riesgo- pero si alguien le llama la atención o es atrapado, no sea arrogante e insolente, tenga el coraje de aceptarlo y hacerse responsable. Pisar el césped, cruzar por la mitad de la cuadra, pasar semáforos en rojo, tirar papeles al piso, tratar de pisar a los peatones, todas son travesuras que se pueden enmendar... a no ser que uno viva en una sociedad plagada de insolentes. La insolencia de romper la regla, sentirse un vivo, e insultar, ultrajar y denigrar al que responsablemente intenta advertirle o hacerla respetar. Así no hay remedio.
El mal de los Argentinos es la insolencia. La insolencia está compuesta de petulancia, descaro y desvergüenza. La insolencia hace un culto de cuatro principios:
- Pretender saberlo todo
- Tener razón hasta morir
- No escuchar
- Tú me importas, sólo si me sirves.
La insolencia en mi país admite que la gente se muera de hambre y que los niños no tengan salud ni educación. La insolencia en mi país logra que los que no pueden trabajar cobren un subsidio proveniente de los impuestos que pagan los que sí pueden trabajar (muy justo), pero los que no pueden trabajar, al mismo tiempo cierran los caminos y no dejan trabajar a los que sí pueden trabajar para aportar con sus impuestos a aquéllos que, insolentemente, les impiden trabajar. Léalo otra vez, porque parece mentira.
Así nos vamos a quedar sin trabajo todos. Porque a la insolencia no le importa, es pequeña, ignorante y arrogante.
Bueno, y así están las cosas. Ah, me olvidaba, ¿Las reglas sagradas de mi casa serían las mismas que en la suya? Qué interesante. ¿Usted sabe que demasiada gente me ha dicho que ésas eran también las reglas en sus casas? Tanta gente me lo confirmó que llegué a la conclusión que somos una inmensa mayoría. Y entonces me pregunto, si somos tantos, ¿por qué nos acostumbramos tan fácilmente a los atropellos de los insolentes? Yo se lo voy a contestar.
PORQUE ES MÁS CÓMODO, y uno se acostumbra a cualquier cosa, para no tener que hacerse responsable. Porque hacerse responsable es tomar un compromiso y comprometerse es aceptar el riesgo de ser rechazado, o criticado. Además, aunque somos una inmensa mayoría, no sirve para nada, ellos son pocos pero muy bien organizados. Sin embargo, yo quiero saber cuántos somos los que estamos dispuestos a respetar estas reglas.
Le propongo que hagamos algo para identificarnos entre nosotros. No tire papeles en la calle. Si ve un papel tirado, levántelo y tírelo en un tacho de basura. Si no hay un tacho de basura, llévelo con usted hasta que lo encuentre. Si ve a alguien tirando un papel en la calle, simplemente levántelo usted y cumpla con la regla 1. No va a pasar mucho tiempo en que seamos varios para levantar un mismo papel.
Si es peatón, cruce por donde corresponde y respete los semáforos, aunque no pase ningún vehículo, quédese parado y respete la regla.
Si es un automovilista, respete los semáforos y respete los derechos del peatón. Si saca a pasear a su perro, levante los desperdicios.
Todo esto parece muy tonto, pero no lo crea, es el único modo de comenzar a desprendernos de nuestra proverbial INSOLENCIA. Yo creo que la insolencia colectiva tiene un solo antídoto, la responsabilidad individual. Creo que la grandeza de una nación comienza por aprender a mantenerla limpia y ordenada. Si todos somos capaces de hacer esto, seremos capaces de hacer cualquier cosa.
Porque hay que aprender a hacerlo todos los días. Ése es el desafío. Los insolentes tienen éxito porque son insolentes todos los días, todo el tiempo. Nuestro país está condenado: O aprende a cargar con la disciplina o cargará siempre con el arrepentimiento.
¿A USTED QUÉ LE PARECE? ¿PODREMOS RECONOCERNOS EN LA CALLE ? Espero no haber sido insolente. En ese caso, disculpe.
Dr. Mario Rosen

20/10/09

Libanizados


El termino libanizacion no es nuevo para nosotros, lo conocimos hace años cuando tuvimos el dudoso privilegio de asistir al “proceso de libanizacion de nuestra economía” sin importar lo que aquello significara.

Hace unos días de charla con un amigo, salió el tema de la actualidad en Beirut y me recomendó una nota que diario El País de España le hace a Zena El Kalil. Después de leerla, no pude evitar reflexionar sobre cómo vivimos nosotros y me quedo la impresión de que ahora tenemos el dudoso privilegio de vivir un “proceso de libanizacion de nuestra sociedad”.

Zena El Kalil se hizo famosa por relatar la guerra del Líbano en un blog, donde contaba cómo se vivía en esos días. Esta es parte de la nota:

Cuántas noches se ha tropezado con un tiroteo cuando el personal sale de una macrodiscoteca. "No tienes elección. Si vives ahí hay que entender que eso forma parte de la cultura. Y asumir esa esquizofrenia es una forma de abrazar la ciudad. El que no puede, y muchos no pueden, se crea una burbuja de seguridad. Pero en una ciudad tan complicada hemos aprendido a deslizarnos entre distintas situaciones. No sólo en la guerra, sino entre las culturas. Bailar es una forma de aliviar el estrés y de que las personas se reúnan sin pensar en sus antecedentes. Después de tantos años de guerra, de algún modo eliges vivir a pesar de lo mucho que puede pasar".

Puede pasar que te maten. Y Zena El Khalil lo tiene tan interiorizado que suele acabar las frases con "no sabes qué pasará el año que viene". Quizás esa montaña rusa que es la vida en Líbano propicie la urgencia de salir todas las noches y el fácil acceso a las drogas. "Hay todo tipo de drogas y abundan porque son muy baratas. Durante la guerra también hubo gran producción local de hachís y problemas severos con la heroína". Aun así, Líbano se libra de la violencia asociada a la droga. "Es un país pequeño y una sociedad profundamente familiar, a veces demasiado. Nunca estás solo y es mucho más fácil pedir dinero a alguien que robarlo". ¿Y esos lazos no sirven de escudo para impedir las guerras entre hermanos? "Creo que por ideología cualquiera está dispuesto a matar a sus propios familiares".

De la guerra opina que "no es un producto autóctono, siempre ha venido de fuera y parte de esta guerra es económica. Tanto EE UU como Irán están metiendo mucho dinero en Líbano para conseguir apoyos y entonces de forma natural la gente abraza la mano que le da de comer y se crean divisiones"

"Beirut tiene mucho rollo. Vives la vida como si no hubiera mañana y esa intensidad encanta a los extranjeros. Da la bienvenida a todos y es fácil y barato vivir”

Entonces, como en el Líbano, no vivimos nosotros envueltos en guerras (ojo... salvando diferencias, las nuestras son pseudoguerras contra nosotros mismos) que no son nuestras, acaso no nos empujan a pelear entre pares creando diferencias en nombre de ideologías? ¿Qué tan distinta es nuestra esquizofrenia? ¿acaso no hemos entendido nosotros que vivir con miedo es parte de nuestra cultura y hay que aceptarlo o meterse en la burbuja?

Las drogas, el alcohol, el vandalismo y la criminalidad cada vez más violento en pibes cada vez más chicos ¿acaso no se relacionan con la falta de futuro que se percibe?

Definitivamente el apego al reviente, al no me importa el después, todo da lo mismo y el clásico chupaunhuevismo está auspiciado por el mezquino presente que nos brindan, infértil terreno donde nos quieren hacer creer que están sembrando nuestro futuro.

Tendremos que ser capaces de reconocer la hipocresía y la berretada del doble discurso gobernante y entender que solamente con trabajo será posible tener un presente para pretender un futuro diferente al del Líbano.

Porque así… no te quiero!

9/10/09

Mucho que discutir, poco que festejar


El Gobierno rehúye la reflexión. Sólo está urgido por la necesidad de acumular poder. Si le importaran la consistencia y el perfeccionamiento del proyecto de ley de medios, no impulsaría un proceso compulsivo en busca de su aprobación. Una vez más, descarta los consensos. Una vez más, se burla del intercambio de ideas.


Privilegia el monólogo en la misma medida en que rehúye los objetivos nacionales consensuados y sólidos. Su proceder actual es consecuente con la que ha sido su actitud constante: despreciar el diálogo, concebir la política como un ejercicio de aniquilación de la disidencia.


¿Qué hará con la ley de medios en su poder si no lo que hasta ahora ha hecho sin ella? Su cultura política sólo es autorreferente, intolerante y prebendaria. Multiplicará su presencia en emisores radiales y televisivas, tratando de extenderla también a la prensa escrita. Buscará realizar su sueño básico. Querrá, una vez más, serlo todo a expensas de todos: los pobres, los disidentes, las instituciones, la oposición. El Gobierno ignora qué es el Estado democráticamente entendido y, por eso, poco y nada puede aportar a una concepción pluralista de los medios estatales y públicos.


Lejos de reemplazar lo que aún queda de la ley de medios elaborada por el Proceso militar, la actitud compulsiva y autoritaria con que actúa viene a potenciar esos elementos residuales y a resucitar el espectro de la censura dictatorial.


La gran tarea opositora, a partir de diciembre, tendrá que consistir en devolverle credibilidad democrática y pluralista al Parlamento. La discusión adecuada de la ley de medios deberá tener lugar a partir de entonces. Y ello deberá hacerse de manera ejemplar: pensando en el país a mediano y largo plazo, en su cultura indispensable y en la capacitación cívica de su sociedad. Y no en el poder político disociado de estas tres ideas fundamentales.


Si la oposición no procede así, la democracia seguirá perdiendo credibilidad y la Argentina, su rumbo indispensable.


Santiago Kovadloff

6/10/09

Tercer Mundo con gente bien vestida y rostro bonito


Cien años atrás el mundo veía a la Argentina como el país latinoamericano con mayor proyección internacional. El único que por el nivel educativo de sus inmigrantes, podía llegar a competir con los grandes.


Hoy la Argentina es el fiasco más dramático del continente. Hecho que demuestra, que no son solamente las personas instruidas las que generan el progreso y desarrollo de una nación, sino que el sistema empleado para lograr su avance económico es tanto o más importante que la erudición de sus habitantes. Los europeos bajo el dominio comunista no eran tontos ni ignorantes, pero eran despiadadamente pobres.

Si bien las naciones con elevado nivel instructivo y ético suelen llegar a ser más exitosas que las que carecen de esos atributos, el trabajo es mejor remunerado y los impuestos mejor distribuidos, en sociedades donde la libertad económica es irrestricta, y el gobierno no se inmiscuye en los negocios de las personas.

La Argentina no sólo eligió el camino económico equivocado, sino que carece de principios éticos. Se dejó llevar por la angurria de poder y dinero, pisoteando los valores que hacen a una sociedad decente.. Para reencauzarse, necesita por lo menos 20 años continuos de coherencia política y económica, sin sobresaltos, bajo el imperio de la ley.

Con sus actuales gobernantes y con el fantasma del peronismo, la misión es imposible.. A Perón no terminan de enterrarlo, y cuando se vive en el pasado no hay lugar para al futuro.

Las tácticas del manejo gubernamental obedecen a un caudillismo hereditario canceroso.
La Reina Cristina accedió al mando sin brindarse a una sola entrevista periodística ni a un debate con sus adversarios. Simplemente se sentó en el trono para hacer gala de sus trajecitos de diseñadores famosos, nunca vestidos dos veces. Desde Enero a la fecha su popularidad ha declinado de 56 por ciento a 19.9 por ciento.

La mujer no tiene un solo mérito o virtud, ni capacidad alguna para manejar un país. Su parodia de Evita, saca a relucir su agresivo estilo de piquetera populista cada vez que pronuncia una palabra. Si además es cierto que es maníaca depresiva, puede llevar a su país a una hecatombe peor a todas las que sufrió el pueblo argentino.

Cristina llegó al poder repartiendo dinero enviado de Venezuela por su buen amigo Hugo Chávez, y aprovechando de la maquinaria gubernamental manipulada por su marido. Está rodeada de individuos siniestros. Ex guerrilleros, terroristas y secuestradores, ahora convertidos en cleptómanos burgueses socialistas.

Desde que inició su mandato no hizo nada positivo, ni podrá hacerlo.
Sigue extorsionando a los únicos que mantienen a flote el país: los productores agropecuarios.
En casi dos siglos la Argentina no ha logrado convertirse en exportador significativo de ningún artículo con alto valor agregado. Gracias a sus descarados e incompetentes gobernantes, continúa dependiendo del campo.
Los optimistas que hace 40 años quisieron crear una industria o comercio respetable, se encuentran hoy en peor situación económica que cuando empezaron.


Los guarismos señalan que 26.9 por ciento de la población vive debajo del nivel de pobreza. De acuerdo al Índice de Libertad Económica, Argentina se encuentra en el puesto 108 entre 157 países (Chile está en el número 8, Uruguay en el 40 y Perú en el 55). Entre 150 naciones la banca argentina ocupa el sitio 149.

La Argentina es el Tercer Mundo con gente bien vestida y rostro bonito.

- Las calles porteñas llenas de basura se asemejan a algunas urbes africanas.

- Las villas miserias se expandieron al centro.

- La criminalidad y falta de seguridad están enraizadas.

- La contaminación ambiental es asfixiante.

- La burocracia es insufrible.

- Los servicios son pésimos.

- Y la lista es larga.


En el último medio siglo Buenos Aires prácticamente no se modernizó. Cualquier ciudad latinoamericana muestra comparativamente mayor desarrollo.

La Argentina desapareció del mapa internacional por completo. Los únicos países de América Latina que cuentan en el mundo son Brasil y México, a quienes los argentinos miraban desde arriba. Chile , Perú y Uruguay se encaminan hacia un futuro promisorio. Argentina no tiene futuro.

José Brechner
ex Diputado y Embajador de Bolivia .

2/10/09

Leyes como Herramientas de poder

La “Nueva” ley de medios hecha a gusto y placer de Néstor Kirchner ES el tiro de gracia a este país y la sociedad en su conjunto luego del desmembramiento iniciado allá por el 2003.


Néstor conoce la eficiencia de los medios sobre una sociedad idiotizada, necesitada y manejable, la prueba más concreta la tuvimos en las elecciones legislativas del 2005, donde nos hicieron creer que las elecciones no nos importaban y eran una pérdida de tiempo.


La consecuencia la vivimos hoy en esta pseudo republica que gradualmente pierde todos y cada uno de sus aspectos constitucionales hasta convertirse en esta especie de Autocracia posmoderna.

Así con el manejo de TODOS los medios, la caja y los sectores cautivos por el clientelismo Néstor tiene CASI asegurado su K12 (Néstor x4 + Cris x4 + Néstor x4, sabido es que van por el K16).


Ya tenemos claras muestras del tipo de propaganda con la que nos bombardearan:

· Diario Portada.
· Diario El Argentino.
· Info. En boletas de gas y luz.
· Pantallas gigantes en terminales.
· Publicidad durante los partidos de futbol.

Para quienes no viven en Buenos Aires, adjunto imagen de Portada, El Argentino, una factura de luz y les cuento que en las estaciones de Retiro y Constitución donde diariamente pasan alrededor de 2 millones de personas han instalado pantallas gigantes de LEDs donde pasan constantemente publicidad oficial, claro… mezclada con cholulismo y deportes.


Si miras un partido de futbol, tenes que tolerar la publicidad oficial (sesgada, mentirosa y con información errónea) durante los 90 minutos y el entre tiempo, porque los canales no tienen permitido pasar publicidad.

Entonces, alguien puede permitirse opinar que la ley de medios es la ley de la democracia?





Portada: entregado en mano por gente paga de la municipalidad de Jose C Paz.




El Argentino: de un grupo de medios (monopolio?) amigo de Nestor.




























Pantallas: En Retiro y Constitucion. Justo al lado de los indicadores de horarios y servicio de los trenes que NO FUNCIONAN.












Factura de Luz: Cuadro que compara en valores locales (como si todo valiera los mismo) el importe del consumo






Factura de Gaz:Menos mal que este gobierno subsidia no? que se supone que uno tiene que pensar cuando llega su factura de gas?